ANDREU LLARGUÉS: LA SAL TIENE MUCHA MIGAEditorial del Presidente de CEOPAN correspondiente al mes de Mayo de 2014![]() Recientemente, en un diario de ámbito nacional, se ha publicado un artículo de fondo donde un miembro de la Sociedad Española de Cardiología mostraba su preocupación sobre la cantidad de sal que lleva el pan. Sin tener la autoridad academica correspondiente, no estoy capacitado para replicar sus afirmaciones. Lo que sí es evidente desde mi punto de vista de consumidor, quedándome perplejo cada vez que veo o leo estos artículos, es que el pan es el alimento del cual se tiene constancia escrita más antigua (en la Biblia se dice "Te ganarás el pan con el sudor de tu frente") que, hasta nuestros días, ha sido siempre un producto motivo de reverencia, de admiración y alimento de necesidad vital, tanto espiritual como material. Intentando replicar, como ciudadano, como consumidor y como panadero, que algo sabe del pan, quedo sorprendido de la frivolidad de tales afirmaciones, cuando dicen que el pan lleva en su composición bastante sal, generalizando y mostrando desconocer totalmente el producto. Cuando se redujo la cantidad de sal en el pan (año 2009) de un 2,2% a un 1,8%, no se refería a la cantidad de sal que lleva el pan, sino a la cantidad de sal por 100 kgs de harina. Si la harina es de gran calidad, puede llegar a absorber entre el 80% y el 90% de agua. Entonces, a los 100 kgs de harina le añadimos 80-90 litros de agua y el total lo dividimos por dos, sale la cantidad exacta de sal que lleva la masa de pan que, una vez cocida, la evaporación correspondiente hará que disminuya lógicamente el agua y también, por ende, la cantidad de sal. Si tenemos en cuenta que en Europa España es el país que menos consume pan, detrás de Gran Bretaña, pero éstos consumen un pan de molde que no es comparable al nuestro; si tenemos en cuenta que otros productos que consumimos tienen mucha más sal; y si tenemos en cuenta que en Europa del Este consumen seis veces más pan que nosotros, la conclusión es que allí las muertes deberían ser con ataques al corazón fulminantes, más incluso que las balas disparadas actualmente en Ucrania por desgracia, y no precisamente por el pan. Así que, continuando con mi anterior editorial, digo que "Basta Ya de meterse con el Pan" porque, a lo mejor, algunos de los que opinan de esta forma, han llegado hasta donde están gracias a que sus antepasados sobrevivían a base de pan y agua. Por lo tanto, insisto, dejemos de meternos con el pan, que de tan humilde que es ya no puede aguantar más vejaciones. Foto: Newspa
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